No es
frecuente encontrar ensayos y libros de Historia que aborden el estudio de la
Ingeniería naval y el armamento que portaban los buques de guerra en el siglo
XVIII.
La Ilustración dio un fuerte
impulso a la tecnología que existía hasta el momento, y las Ciencias como
las Ingenierías fueron beneficiarias de
las nuevas corrientes que movían a la Sociedad.
De todos es conocido que la sociedad británica fue la primera que recibió el impulso renovador, lo que supuso grandes avances
en su estructuras productivas, de hecho, fue la primera nación en la que la Revolución
Industrial se hizo protagonista del desarrollo tanto intelectual como
productivo.
Los avances tecnológicos aplicados
a la marina inglesa la pusieron a la cabeza de todas las naciones, hasta tal
punto, que a finales del siglo XVIII era la primera potencia marítima del
mundo. Sus navíos eran veloces y bien equilibrados, circunstancia que les
permitían acercarse a sus enemigos de forma rápida y emplear su poder de fuego
con la máxima eficacia, estas características en los buques ingleses les
permitieron imponerse sobre las armadas francesa y española, hecho que queda
acreditado por las derrotas sufridas en los enfrentamientos producidos a finales
del siglo XVIII, que culminaron con la derrota de Trafalgar en 1804, que convirtió
a Inglaterra en la dominadora absoluta de los mares.
Nuestro amigo Antonio Faz Gómez, ha
realizado un ensayo histórico, en el que estudia con profundidad el empleo por parte
de las armadas, de un cañón denominado la “CARRONADA”, que tenía menor longitud
que los utilizados hasta el momento, con una eficaz reducción del consumo de pólvora
y reducción del peso muerto del arma, sin reducir la potencia de fuego, que en
la corta distancia era muy eficaz. El
empleo de la CARRONADA en los navíos ingleses, tanto en los castillos popa como
en las piezas situadas en las cubiertas,
junto con la maniobrabilidad de los buques, fue un hecho que les permitía acercarse a los
enemigos con gran velocidad, lo que les daba una gran potencia del fuego destructor, que se tradujo
en la superioridad sobre los buques francesas y españoles.
España y Francia trataron de introducir el cañón en sus navíos, para lo cual utilizaron sus servicios de espionaje, pero los buques lentos en la maniobra no aprovecharon sus ventajas,
España y Francia trataron de introducir el cañón en sus navíos, para lo cual utilizaron sus servicios de espionaje, pero los buques lentos en la maniobra no aprovecharon sus ventajas,
El ensayo estudia profundamente el
armamento que utilizaban los buques y como afectaba el fuego a la estabilidad
de los mismos. El nombre de CARRONADA tiene su origen en la metalurgia
denominada: La Carrion Iron Trainding
and Shipping Company, situada en Escocia en la ribera del río CARRON, en el
condado de STIRLINGSHIRG.
En síntesis, se trata de un
trabajo muy interesante que nos ilustra con todo rigor de una faceta poco estudiada del siglo XVIII, que
tuvo especial importancia en el destino de Europa y que a los amantes de la
Historia Moderna, nos ilustra un poco más sobre ese mundo complejo y en dinámica
evolución, que es, el final del siglo XVIII.
Para
acceder al ensayo es necesario hacer “clic” en el enlace que se sitúa a
continuación: ARTILLERÍA NAVAL ESPAÑOLA A FINALES DEL SIGLO XVIII
Herodoto
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